Petting proviene del verbo «to pet», que significa mimar y acariciar; aunque lo cierto es que la acción de «petting» hace referencia al placer que se obtiene de una experiencia en la que se tiene sexo sin penetración: ni vaginal ni anal.
El sexo sin penetración, que no debe confundirse con el juego de previa, incluye un amplio abanico de placer como las caricias, los besos y roces, los susurros, los lametones o chupetones así como las miradas seductoras, los gestos provocadores e incluso la masturbación.
Las posibilidades son ilimitadas. De hecho también se pueden incluir accesorios como aceites para masajes, perfumes, vendas para los ojos, disfraces o incluso juguetes eróticos.
Es por esto que las parejas que practican petting lo ven como una actividad sexual completa, que enriquece y que es gratificante y placentera, por lo que es un fin en sí misma y no un paso previo a la penetración.
Beneficios del petting
- El petting te ayudará a disfrutar de una vida sexual más plena y placentera.
- Conocerás mejor tu propio cuerpo y el de tu pareja.
- Descubrirás zonas erógenas que quizá no sabías que existían.
- Aviva el deseo sexual en pareja.
- Permite vivir una sexualidad más allá del coitocentrismo, ya que el sexo no es igual a coito.
- Es una práctica perfecta para disfrutar del sexo cuando hay dificultades que impiden la penetración, como el vaginismo o la disfunción eréctil.
Grados o niveles
A la hora de practicarlo algunos autores hablan de grados o niveles, de modo que en el grado inicial se incluiría agarrarse de la mano o de la cintura, acariciarse sobre la ropa y darse besos y abrazos.
Un paso más sería avanzar hacia caricias más íntimas, aunque aún con ropa. En el último grado estarían las caricias sexuales bajo la ropa o desnudos, el sexo oral, la masturbación mutua y el «frottage» (acto de frotar cualquier parte del cuerpo, incluyendo nalgas, senos, abdomen, muslos, pies, manos, piernas y órganos sexuales contra la pareja, ya sea desnudo o vestido, pero sin penetración).
Como dijimos anteriormente, muchas personas creen que el petting es uno más de los mal llamados preliminares al coito, pero ¡nada más lejos de la realidad!
Una relación sexual no tiene por qué acabar siempre en penetración. Además, el petting puede convertirse en un juego sexual muuuuy placentero por sí solo.
A la hora de disfrutar del petting, nuestro consejo es que te olvides en un principio de la zona genital y disfrutes de otras zonas erógenas que normalmente quedan olvidadas.
Aunque esta práctica pueda ser un buen punto de partida para las personas adolescentes o aquellas que están iniciándose en su sexualidad, el petting es apto y recomendable para todas las edades. Puedes incluirlo en tus relaciones sexuales siempre que quieras.
Y no te olvides, no hay un manual de sexo, lo creas tú.