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Penetrar y nunca ser penetrado por el ano ¿privilegio o negación?

Penetrar y nunca ser penetrado por el ano ¿privilegio o negación? 1640 924 admin

Todos y todas tenemos ano. Sin embargo, para muchos varones con pene (vale aclarar que también existen los varones trans) está totalmente censurado. 

Es un tabú, un lugar prohibido, ¡no te acerques!, ¿qué quieres insinuar?, ¿acaso sentir placer por el ano pone en duda la “masculinidad”?. Inexistente, intocable, impenetrable y prohibido. La posibilidad de sentir placer por el ano está negada. 

¿Por qué el placer por el ano tiene mala prensa?

En primer lugar esto tiene que ver con cómo se construyen las masculinidades y con los mandatos que las atraviesan y, segundo, con que seguimos relacionando las prácticas sexuales a la orientación sexual y la identidad de las personas. No es por ahí. El sexo y el placer no tienen género ni etiquetas, son simplemente PLACER.

 

Noelia Benedetto es psicóloga y sexóloga, y en una nota brindada al sitio Vice, sostiene que «en nuestra sociedad heterocisnormativa se ha desarrollado una relación de poder entre quien tiene el privilegio de penetrar y quien es factible de ser penetrado». Esto aplica a todas las orientaciones:

«quienes penetran se ven como varones ‘legítimos’ y quienes son penetrados, ya están pensados como ‘menos varones’, como una pérdida del valor del status quo, o más relacionados con las feminidades».

Recibir placer por el ano ¿¡hombres heterosexuales!?

Los mandatos de la masculinidad normativa construyen varones que deben ser proveedores, autosuficientes, independientes y racionales a quienes no se les permite la emocionalidad. 

En cuanto a su sexualidad, siempre deben estar dispuestos a tener sexo, tener un “buen rendimiento” en ello, se los presiona por tener una iniciación sexual temprana y asumir un rol activo teniendo múltiples conquistas. 

Y, por supuesto, deben ser heterosexuales. Todo esto, además, se ve reforzado constantemente en las conversaciones con sus pares y cuando son sancionados por los mismos por no cumplir con alguna de estas condiciones.

A simple vista puede parecer que no tiene sentido que una zona del cuerpo tenga tanto impacto sobre el concepto de masculinidad de un varón, pero si observamos en un rango más grande, en la sociedad y la cultura que nos atraviesa con todos estos mandatos, se puede ver muy claramente.

Mandatos sociales y masculinidades

Quién alguna vez no escuchó: “romper el culo” o “entregarlo”. Se refieren en  un tono violento y degradante a la persona que es penetrada y la dejan en un lugar de pasividad, como si no tuviera voz en la relación sexual y solo estuviese sometida a la voluntad de quien penetra.

Y con tantos prejuicios hacia el ano es por lo menos irónico que el punto G de las personas con pene (conocido como punto P) se encuentre, justamente, en el culo.

«A partir del ingreso por vía anal, aproximadamente 6 cm a partir de la entrada del ano, está la próstata de las personas con pene. Eso lo que hace es conectar con una estimulación directa de la próstata y, por lo tanto, la vivencia orgásmica es mucho más intensa y mucho más placentera que vía indirecta, como se estimularía, por ejemplo, en el momento de penetrar a alguien», explica Noelia. 

Cómo deconstruir masculinidades tóxicas y represivas

La sexualidad se construye a través de las experiencias, pero también de la comunicación. No solo con nuestros compañeros y compañeras sexuales, sino también con nuestras amistades.

«Si podemos discutir y pelearnos por política, podemos discutir también por sexo, hablar de sexo y debatirlo. Hay que hablar más de sexo, hay que leer de sexo también, hay que aprender de sexo. El varón tiene un lugar donde no aprende, supuestamente el varón sabe”, dice Juan Pablo Ares, Secretario de Nuevas Masculinidades de la Federación Argentina LGBT+ (FALGBT) y Referente de Zona de la misma organización.

Discutir, debatir y sobre todo desligar prácticas y zonas del cuerpo a cierto género u orientación sexual podría hacer de nuestra sexualidad y nuestros vínculos experiencias mucho más disfrutables. 

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