Las mujeres hemos avanzado de manera rotunda en el terreno sexual, aprendimos a decir que «no» cuando nuestro compañero sexual (casual o estable) nos hace sentir incómodas o nos pierde el foco de lo que nos gusta, y hasta logramos avanzar sin tener necesariamente que esperar a que sea el otro (o la otra) el que proponga. Sin embargo, la sexualidad sigue siendo un terreno complejo con mucho por develar.
Especialistas de la medicina, psicología y sexología han identificado al menos 6 problemas que suelen ser comunes y aparecen con frecuencia entre el colectivo femenino. En esta nota intentaremos apuntarlos y explicar sus orígenes.
Falta de deseo en las mujeres
Al nivel del deseo, la falta de ganas sexuales es un problema mucho más frecuente de lo que imaginamos. Muchas veces sucede que, aunque esté todo bien en la previa (en esa charla o cena o salida antes de tener sexo) no tengamos ganas porque no hay erotismo o fantasía suficiente, o simplemente química. A veces parece pero no es un problema.
Otras veces, la falta de deseo esconde otra cosa, que incluso puede darse en otro nivel de nuestra respuesta sexual. Así sucede muchas veces con los problemas de erección en los hombres y con la falta de lubricación en las mujeres. Entonces, por una o por otra cuestión se van las ganas de tener encuentros íntimos.
Miedos
También aparecen los miedos en relación con el sexo, se devela la educación sexual recibida en la infancia y el mandato sexual de nuestra cultura. Todo esto también hace que el deseo aumente o no en base a como nos sentimos y a lo que no enseñaron. El camino recomendado es animarse a deconstruirse y a desaprender para comenzar un camino propio y desde cero.

Lo ideal es consultar a un profesional que nos ayude a indagar qué está pasando, porque muchas veces los síntomas sexuales en la cama remiten a conflictos más profundos en otras áreas.
Falta de erección y vaginismo en las mujeres
Al nivel de la excitación, suelen haber dos grandes trastornos. En el caso de los hombres, la falta de erección, o bien, que haya sido lograda pero que luego se pierda durante el juego previo.
En las mujeres se trata del dolor al momento de la penetración, lo que se conoce como vaginismo. Ambos son casos de disfunción eréctil y para abordarlos habrá que preguntarse si es una situación repetitiva o es algo ocasional, si nos pasaba con otras parejas o solo en el caso actual, y qué hicimos como pareja (nosotras, ellos, y en conjunto) para resolverlo hasta ahora.
En esta instancia es recomendable la consulta a sexología ya que se trata de una situación (no importa si es pareja casual o permanente) que está impidiendo tener una vida sexual plena.
Eyaculación precoz y anorgasmia
Por último, está el nivel del orgasmo, y aquí hay dos grandes dificultades bien marcadas: la eyaculación precoz, que le ocurre a los hombres que no logran controlar el momento de la eyaculación, y la anorgasmia en las mujeres, que en realidad está teñido de un mito que dice que el orgasmo vaginal a través de la penetración es la única manera de lograrlos, y ya hemos dicho en varias notas que esto no es así.
El clítoris tiene el doble de terminaciones nerviosas que el glande del pene, e incluso estimulándolo se llega a tener orgasmos muchas veces hasta más placenteros y accesibles que los que ocurren en la penetración.
Volviendo a los hombres que sufren eyaculación precoz, suelen llegar al consultorio sintiéndose muy incómodos, inhibidos, tal es así que empiezan a tener falta de deseo sexual y en muchos casos disminuyen al máximo las relaciones sexuales.
Consejos para abordar los problemas en la cama
Por empezar, no alarmarse. Es prioridad tomar conciencia del propio cuerpo, animarse a cuestionarse y a conocerse sin entrar en pánico.
Indagar es un camino, para poder resolver si eso que molesta pasa desde siempre o no, si me pasa con todas mis parejas sexuales o no, qué edad tiene mi actual pareja sexual (no es lo mismo un cuerpo de una persona fumadora compulsiva de más de 70 que de un deportista de 20, por dar un ejemplo extremo).
Por último, reconocer el ciclo vital en el que nos encontramos también es de gran importancia, y esto se logra con ayuda de un profesional. Por eso está bueno animarnos a consultar.
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