La masturbación tiene su propio mes y no es para menos, sino que es necesario para continuar derribando tabúes tóxicos alrededor de una práctica tan natural como necesaria.
¿Por qué autocomplacerse y dedicarse tiempo no podría festejarse? Sobre todo en este contexto y en estos tiempos donde el estrés aumenta exponencialmente y el contacto con las personas disminuye. Es momento de acercarnos a nosotros mismos y mismas. Sí, porque para masturbarse tampoco hay género.
La masturbación en pandemia
Silvina Valente es sexóloga y presidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), y en una entrevista con Diario Con Vos, aportó algunos datos sobre la masturbación.
Un relevamiento entre 1.000 personas realizado por SASH muestra que el 40% de las personas encuestadas percibió un mayor deseo sexual durante los meses de encierro por COVID y, en consecuencia, aumentó su frecuencia en el acto de masturbarse.
Además, el 60% de los encuestados habla libremente de masturbación, mientras que un 40% prefiere evitar el tema por vergüenza o por considerarlo tabú.
¿Por qué el mes de mayo es el mes de la masturbación?
La masturbación tiene su propio mes gracias a la doctora Joycelyn Elders, ex secretaria de Salud de la administración de Bill Clinton. El 7 de mayo de 1994, durante una conferencia en el marco de Naciones Unidas contra el SIDA, se animó a exponer públicamente los beneficios de la masturbación para la salud.
La médica aseguró que debería considerarse como un buen método de prevención para que los jóvenes no se expusieran al sexo de manera insegura y un arma más para prevenir el VIH.
Debido a esto perdió su trabajo. A raíz de este hecho y al debate que se generó, el año siguiente la firma de juguetes sexuales Good Vibrations creó el Día de la Masturbación, que terminó por extenderse a todo el mes.
“Todo lo que es la sexualidad siempre estuvo vinculado a la reproducción. Entonces, todo lo que tenía que ver con el placer, y no con la reproducción, siempre estuvo mal visto. Desde el lado de la iglesia sobre todo”, detalló la periodista de sexualidad en la entrevista Francesca Gnnechi.
“Este es un acto muy recomendado por sexólogos y sexólogas porque te permite tener conocimiento de tu cuerpo, de tus genitales, de lo que te gusta y lo que no. Ayuda a tener un vínculo más saludable y libre con la sexualidad”, agregó Gnecchi.
Mitos insólitos
Los mitos alrededor de la masturbación son tan insólitos como ridículos. Por ejemplo que autocomplacerse puede generar adicción o desinterés por la pareja.
“Hay mitos urbanos de hace muchísimo tiempo, como que te crecían pelos en las manos. Que hacerlo es malo, sucio, un pecado. En mi colegio, que era católico, te preguntaban si vos tenías contacto con tus genitales y te mandaban a rezar un padre nuestro”, contó Francesca.
Relacionado a esto, también se creía que en las casas era más natural que el hombre se masturbara, que la mujer no lo hacía. De esta manera, y sumado a los mandatos sociales relacionados con la maternidad, la religión y la castidad, el autoconocimiento siempre fue un tabú mayor para las mujeres y personas con vulva.
El debate no termina aquí, hablar y desentramar estos temas temas que fueron construidos y sostenidos durante décadas por conceptos falaces, lleva tiempo desarmarlos.
Lo importante es poder hablar de la sexualidad como una práctica natural, de autoconocimiento, de entretenimiento o placer, pero para poder hacerlo libremente y sin prejuicios, primero hay que derribar todos esos mitos que nos enseñaron, y este mes en HOTGO, queremos aprovecharlo al máximo 😉